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LA LOGOTERAPIA: breve reseña de una psicoterapia centrada en el sentido
Dr. Mauricio Battafarano Publicado en el Volumen 54, N° 2 de Acta Psiquiátrica y Psicológica de América Latina

El análisis existencial surge como propuesta terapéutica en los primeros decenios del siglo XX, inspirado en la corriente filosófica conocida como existencialismo.
El existencialismo tiene su origen en el pensador Danés Soren Kierkegaard, toma impulso luego de la Primera Guerra Mundial y alcanza su máximo desarrollo en los años posteriores a la Segunda Guerra Mundial.
El concepto central del existencialismo es la existencia, (en contraposición a la esencia), entendida como el modo de ser propio del ser humano. Existir es un estar en el mundo, un saberse en relación con las cosas y con otros existentes, un estar abierto a posibilidades. Para esta corriente de pensamiento el que haya posibilidades coloca al hombre de cara a su libertad a partir de la cual elije y se construye. Pero si ha de construirse a si mismo en una vida cuya finitud se le plantea de antemano deberá asumir responsabilidades por sus elecciones. En relación a la triada responsabilidad, libertad, elección aparece la angustia como señal que marca la precariedad y contingencia de lo humano.
Clásicamente se ha dividido al existencialismo en tres grandes corrientes representadas por otros tantos pensadores. Un existencialismo ateo representado por Jean Paul Sartre, un existencialismo judeo cristiano representado por Kierkegaard, Buber Marcel ,Maritain y un existencialismo agnóstico para el cual la pregunta por la existencia de Dios no es relevante para la existencia humana (Heidegger ,Camus).El existencialismo se vio enriquecido con la fenomenología de Edmundo Husserl que le aportó una metodología de investigación.
Apoyado en este enfoque filosófico, aparece durante la primera mitad del siglo XX el análisis existencial, que intenta trasladar los conceptos filosóficos del existencialismo al plano de su aplicación psicoterapéutica, intentando al mismo tiempo tomar distancia del psicoanálisis freudiano. Ludwig Biswanger y Medard Boss son pioneros en este trabajo que alcanza a nuestro entender su máximo desarrollo con la logoterapia de Viktor Frankl.
En su libro: “El Hombre doliente” Frankl dice textualmente: “ Eso que nosotros hemos denominado logoterapia pretende introducir el logos en la psicoterapia,y eso que nosotros hemos denominado análisis existencial pretende introducir la existencia en la psicoterapia” y agrega mas adelante : “ La reflexión psicoterapéutica sobre el logos equivale a la reflexión sobre el sentido y los valores. La reflexión psicoterapéutica acerca de la existencia supone reflexión sobre la libertad y la responsabilidad”.(1)
Viktor Frankl nació en Viena en 1905. Si bien tempranamente publica un trabajo en la revista de psicoanálisis, se separa de los círculos freudianos para participar activamente en el grupo de Adler. Finalmente decide crear su propia escuela de psicoterapia a la que bautiza con el nombre de Logoterapia.
Logos es una palabra griega que hace referencia a sentido o propósito. La logoterapia, conocida también como la Tercera Escuela Vienesa de Psicoterapia se centra en el significado de la existencia humana, así como en la búsqueda de sentido por parte del hombre. Por consiguiente, para la logoterapia, la principal fuerza motivacional del hombre es la búsqueda de sentido.. En este punto Frankl se distancia de la búsqueda de placer freudiano así como de la voluntad de poder adleriana para señalar con énfasis, que es la búsqueda de sentido en la propia vida, el motor de la existencia humana. La teoría de la motivación en Frankl es claramente superadora de las teorías freudianas de búsqueda de placer o adlerianas de búsqueda de poder.
(1) V.Frankl: El Hombre Doliente.Ed Herder ,pag 210,211.

Dicha búsqueda de sentido se concreta, según el parecer logoterapéutico, de tres maneras posibles: realizando una acción o una tarea, a través del amor, en el sentimiento por algo o por alguien y finalmente se puede hallar el sentido en el sufrimiento inevitable. Viktor Frankl lo sintetiza ,señalando que el sentido se concreta a través de valores que denominó: 1) Valores de creación: son realizados por el aporte del ser humano al mundo a través del trabajo, la creación o transformación de una realidad dada,2) Valores experiencia: Se realizan a partir de lo que el hombre recibe del mundo en forma de experiencia estética o de amor, 3)Valores de actitud: se cristalizan en virtud de actitudes que la persona asume frente a circunstancias irreparables, irreversibles o fatales, a su actitud frente a la triada trágica de muerte, dolor y culpa.
La frustración de esta búsqueda de sentido es lo que se conoce en logoterapia como frustración existencial. Dicha frustración no nace de conflictos no resueltos en el área instintiva o impulsiva, sino más bien, de conflictos en la dimensión de lo específicamente humano o dimensión espiritual.
Para entender la dimensión espiritual en Frankl y lo que ella abarca, no hay que recurrir a ninguna referencia a aspectos religiosos ya que lo espiritual para el psiquiatra vienés no es sinónimo de religioso. Lo espiritual solo puede comprenderse a la luz de la antropología frankleana, es decir la idea de hombre que propone la logoterapia.
Toda psicoterapia se apoya en una idea de hombre implícita o explicita, que da coherencia e integridad al accionar psicoterapéutico. En la logoterapia dicha antropología es explicita: Se habla de lo humano como de una unidad en una multidimensionalidad. Es posible reconocer en el hombre una dimensión biológica, una psicosocial y otra espiritual, esta última es la dimensión de lo específicamente humano. Lo espiritual encuentra en lo biológico y lo psicosocial su instrumento de expresión, pero ella misma no es un epifenómeno de lo biológico o de lo psicológico sino que es una dimensión fundante de la realidad del hombre. La antropología frankleana, no solo tiene el mérito de incorporar la dimensión espiritual a lo humano y las consecuencias prácticas que de ello derivan en términos médicos o psicológicos, sino que brinda una respuesta muy interesante al problema siempre vigente de la dualidad mente-cuerpo. Viktor Frankl escapa a la trampa del dualismo, proponiendo una idea de hombre que se sustenta en lo que él llama la unidad en la multiplicidad ; el hombre es uno pero tiene varias dimensionas a saber una biológica, una psicológica, una sociocultural, y una espiritual que coexisten en la unidad de lo humano.
Cuando Frankl habla de lo espiritual hace referencia a conceptos como libertad-responsabilidad, creatividad, protagonismo, valores, ética.
Frente a los condicionamientos psicofísicos, lo espiritual se abre como lo facultativo en el ser humano, como aquello que no siendo puede ser, aun a pesar de. Es ese espacio, desde el cual se elijen aquellas opciones que irán construyendo la existencia personal. En la concepción frankleana el hombre es un gerundio permanente, es un ser siendo, arquitecto de su vida a partir de sus elecciones.
Viktor Frankl es un psiquiatra que sin negar lo no conciente recupera y jerarquiza la tarea conciente. Es la conciencia en su doble condición de órgano de percepción y de órgano de sentido quien orienta al hombre en sus decisiones, quien lo coloca de cara a su libertad pero también a su responsabilidad. Es la conciencia la verdadera brújula en la búsqueda de sentido. En alguna medida ser hombre es para Frankl ser conciente.
En logoterapia la relación terapéutica se concibe en términos de encuentro existencial dialóguico, siendo este posible en el reconocimiento del otro como un ser humano.
Encuentro es el acto de coincidir en un punto dos o más realidades. Todo encuentro tiene y debe tener una significación personal. En logoterapia, el encuentro tiene sus bases en las propuestas de Martin Buber del fundante mundo de las relaciones Yo- Tu que permite reconocer en los participantes de la relación las dimensiones de unicidad y espiritualidad guiados por las características antropológicas de la autotrascendencia que permite el estar junto a otro.
Durante el encuentro con su paciente el logoterapeuta asume una postura ecléctica, recurriendo a todos aquellos aportes provenientes de otras escuelas de psicoterapia como el psicoanálisis o las terapias cognitivo-conductuales que crea pertinente incorporar al tratamiento para complementar su trabajo especifico, así como también hará uso de los conocimientos neurobiológicos y psicofarmacológicos que considere de interés en beneficio de su paciente.
Dentro de las técnicas logoterapéuticas y a manera de escueto resumen se pueden citar: el dialogo socrático que ayuda a desarrollar el discurso interior del paciente; la intención paradojal cuyo fin consiste en ampliar los márgenes de libertad por medio del humor; la derreflexion mediante la cual el paciente aprende a ignorar los síntomas abandonando la atención excesiva a los mismos o hiperreflexión; la modulación de actitudes frente a los eventos de la vida.
La logoterapia con su enfoque dinámico de la realidad humana, se aparta de cualquier concepción estática del concepto de salud y sostiene una idea de la salud como proyecto de vida. Al hablar de salud desde esta perspectiva se incluyen aspectos que superan lo estático de la sola ausencia de síntomas para incluir en la definición de salud planteos tales como.: .
La salud como respuesta a necesidades biológicas, psicológicas y espirituales; la salud como posibilidad de compromiso y participación; como posibilidad de establecer vínculos afectivos, de convivir.
La salud debe tender a la promoción del hombre y de todos los hombres.
A partir de la visión antropológica frankleana con su multidimensionalidad biospicosocioespiritual la enfermedad (lo fáctico) pierde su rol protagónico y se convierte en acontecimiento vital que propone una respuesta al ser humano. Esta transformación conduce a una humanización del concepto de enfermedad que colorea intensamente el quehacer terapéutico devolviéndole al hombre doliente su rol protagónico.

La logoterapia no se ve a si misma como un sistema excluyente, muy por el contrario Frankl define el rol de la logoterapia como el de ser un complemento de la psicoterapia tradicional.
De manera humilde, Viktor Frankl reconoce la insuficiencia de cualquier disciplina que pretenda constituirse en una mirada hegemónica y omnisciente sobre la realidad. Por ende, en términos contemporáneos la logoterapìa promueve lo que se conoce como dialogo transdisciplinario.
Ya que ninguna disciplina puede por si sola explicar y dar respuesta al conjunto de complejos problemas que ofrece lo humano, el diálogo transdisciplinario permite un acercamiento capaz de integrar y articular perspectivas diversas. De esta forma al favorecer la comunicación entre profesionales de distintas disciplinas se construye un abordaje superador de posturas excluyentes y reduccionistas.
Desde su enunciación hasta la fecha la logoterapia ha experimentado un incesante crecimiento basado en su capacidad de dar respuestas a los dilemas que enfrenta el ser humano así como por su condición dialóguica, que permite su integración con otras psicoterapias.

Finalmente, podemos concluir citando una frase de Viktor Frankl que sintetiza el espíritu de esta reflexión:

"El ser humano no es una cosa más entre otras cosas; las cosas se determinan unas a las otras; pero el hombre, en última instancia es su propio determinante.
Lo que llegue a ser -dentro de los límites de sus facultades y de su entorno- lo tiene que hacer por sí mismo."
Víktor Frankl.

Bibliografía consultada
Acevedo, Gerónimo: “La búsqueda de sentido y su efecto terapéutico”.Fundación Argentina de Logoterapia,1998
Acevedo, Gerónimo: “El modo Humano de enfermar”. Fundación Argentina de Logoterapia, 2001.
Acevedo Gerónimo y Battafarano Mauricio: “Desde Víktor Frankl. Hacia un enfoque transdisciplinario del enfermar humano”.Fundación Argentina de Logoterapia, 2003.
Burucua, Jose y col.: “La ética del compromiso”.Altamira, 2002.
Debeljuh, Patricia: “El desafío de la ética”. Temas, 2003.
Frankl, Víktor: “El Hombre doliente”.Ed. Herder, 1987.
Frankl, Víktor: “El hombre en busca de sentido”. Ed. Herder, 18 edición, 1996.
Frankl, Viktor: “El hombre en busca del sentido ultimo”. Ed. Paidos, 1999.
Frankl, Viktor: “La presencia ignorada de Dios”. Ed Herder 1977.
Frankl, Viktor: “La idea psicológica del hombre”. Ed. Rialp, 1984.
Frankl, Victor: “Logoterapia y Análisis existencial”. Ed.Herder, 1990.
Fizzotti, Eugenio: “El despertar ético”. Fundación Argentina de Logoterapia,1998.
Grayling,Anthony: “El Sentido de las cosas”. Ed.Emece.Buenos Aires,2002.
Morin Edgar: “La cabeza bien puesta”. Ed.Nueva Vision Buenos Aires,2001.
Morris, D. (1993). La cultura del dolor. Santiago de Chile: Andrés Bello
Regnasco, Maria: “El Poder de las Ideas”. Ed Biblos. Buenos Aires,Argentina,2004.
Scheler, Max: “Esencia y formas de la simpatia”. Ed. Losada. Buenos Aires,2004.

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